Aunque esta aseveración parece de Perogrullo, la realidad es que hay
muchos Patriotas y Nacionalistas españoles que emplean erróneamente la
denominación de “nacionalistas” para referirse a los separatistas de
diferente pelaje que pululan en ciertas regiones de nuestro país.
Un Nacionalista español es quien asume la obviedad de que España es
una Nación y quien hace de esta realidad el eje vertebrador de su
actividad y pensamiento político. Un patriota no tiene por qué hacer de
la nación su principal idea-fuerza. Un ejemplo paradigmático y muy
respetable es el Carlismo cuya cosmovisión se centra en la defensa de
Dios, la Patria y el Rey. El Carlismo es, pues, patriótico pero no
nacionalista.
Evitar denominarse como Nacionalista español para evitar supuestas
comparaciones con los separatistas es un error gravísimo puesto que
éstos últimos defienden mentiras históricas y políticas suficientemente
demostradas y denunciadas. Para ser nacionalista ha de tenerse una
nación y los separatistas carecen de ella. Galicia, Cataluña y mucho
menos Vasconia jamás han sido, son y serán, respectivamente, una nación.
No puede ni debe cederse el uso y la propiedad del término
nacionalista al separatismo. Arrojar esta palabra al separatismo es
conceder sin luchar una victoria en el siempre importante campo de
batalla que el control del lenguaje.
La traición y crímenes cometidos contra los españoles por
Anova/BNG/Resistencia Galega, Bildu/ETA/PNV y CiU/ERC/Terra Lliure –con
la connivencia e, incluso, aplauso de IU, PP y PSOE– y demás ralea les
convierte, tan solo, en separatistas. Jamás un separatista asesino,
mentiroso y perjuro podrá alcanzar la dignidad de un Nacionalista
español.
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