Hoy se ha celebrado la fiesta del Primero de Mayo. No escapa a nuestros ojos que se trata de una festividad muy devaluada gracias, particularmente, a los sindicatos mayoritarios que, en los últimos años, han ejercido de limpiabotas del poder socialista. Aunque la patética banda formada por Méndez, Toxo y sus subvencionados mariachis liberados tratará de vender el éxito de sus manifestaciones, estas serán un fracaso de asistencia y solo servirán para que ciertos personajes de la anti-España (comunistas, segundarepublicanos, ultrafeministas, etc.) aprovechen para hacer proselitismo político.
Dicho lo cual, no seré yo quien, con mi asistencia, de aire a CC.OO. y UGT, aún aceptando que no estoy a favor de la mayoría de las medidas tomadas por el Partido Popular en materia laboral en particular y económica en general.
Sin embargo, he de reconocer que, de encontrarme hoy en Madrid, brindaría mi apoyo y contaría con mi asistencia la marcha convocada y suscrita por diferentes organizaciones y asociaciones bajo la campaña La España en marcha. Mi argumento es simple: esta será la única manifestación realizada hoy en la que trabajadores españoles -cada uno con sus ideas y razones- marcharán por las calles con la bandera de todos, que no es otra que la nacional. Solo por ese motivo, vale la pena acudir y darles, de nuevo, en el morro a aquellos, enemigos de España, que intentan monopolizar todas las causas y reivindicaciones sociales.
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